Para cubrir su demanda de energía, la República Dominicana (RD) depende fuertemente de combustibles fósiles importados. Al mismo tiempo, el país dispone de un alto potencial de energías renovables (energía hidráulica, eólica y solar, biomasa) que casi no se explota. Una de las razones principales del poco uso es la falta de un marco legal transparente y de instrumentos de fomento. Por ello, las experiencias con tecnologías propias de uso sostenible de fuentes energéticas renovables son escasas o inexistentes. Además, un número estimado de 350.000 hogares, sobre todo a nivel rural, no tiene suministro de energía eléctrica lo que afecta, de manera correspondiente, la calidad de vida de las personas, sus posibilidades económicas y de empleo, la atención de salud y el acceso a información y comunicación. Para estos hogares, las tecnologías de energías renovables son una opción ecológica y muchas veces también de bajo costo para obtener electricidad.